Me cuido para cuidarte

Todos hemos escuchado, en algún momento, la expresión "cuídate mucho" al despedirnos de amigos, familiares o conocidos, aquella frase se acuña como recomendación hacia otra persona a la que se le tiene estimación y se le pide auto cuidarse, a veces esa simple expresión pasa desapercibida, pero hay quienes la encarnan y la proyectan en su diario de vida.

El autocuidado son esas acciones de cariño hacia uno mismo, e implica preguntarse qué necesito y responder honestamente, cada acción varía y va desde saber que alimento me hace bien o ser consciente de ir a dormir temprano, después de un largo día de trabajo, sabiendo que hay que recuperar fuerzas, pero también significa realizar tareas difíciles como cuestionar malos hábitos creados y ser partícipe de sus efectos a largo plazo hacen parte del reconocimiento de la responsabilidad sobre el bienestar particular, autocuidarse es el conjunto de acciones que se toman para proporcionarnos salud mental, física y emocional.

Ese autocuidado se resalta aún más cuando se vive con alguna discapacidad. Este es el caso de Gloria Yolanda Feo González, usuaria de silla de ruedas debido a la distrofia muscular, un grupo de enfermedades genéticas que ocasionan debilidad y pérdida progresiva de la masa muscular. A sus 48 años, Gloria puede decir que tiene una maestría en el cuidado, pues además de cuidar de sí misma, es la jefe de hogar ya que su esposo trabaja durante la mayor parte del día, lo que la deja al cuidado de dos de sus 4 hijos.

Gloria hace todo lo que necesita con un 80% de autonomía, se baña sola, puede comer, cocinar y realizar con facilidad muchas tareas del hogar, como ella misma se describe "puede sostenerse por sí misma, sin la ayuda de nadie" y aunque necesita apoyo para alcanzar cosas que no están a su alcance, ella prefiere la autonomía, aunque transmite su conocimiento del cuidado para que esa labor pueda hacerse entre todos.

Por si fuera poco, Gloria además de ser auto cuidadora y madre cuidadora combina esa empatía siendo líder de una fundación que ha creado para compartir su gran corazón, se trata de la Fundación "Estrellas del cielo en la tierra" en ella cuidad a jóvenes con discapacidad cognitiva y mental. También, ejecuta y formula proyectos para personas con discapacidad y sus cuidadores, lo que la ha llevado a crear y llevar adelante proyectos de y para personas con discapacidad, haciendo gala del cuidado en todas sus facetas.

En su fundación Gloria tiene inscritos a 18 jóvenes quienes durante dos horas, aprenden sobre cultura, deporte y tecnología, este último taller lo imparte en una pequeña sala de computación donde enseña a conocer los aspectos básicos de las herramientas informáticas y su particularidad es que va dirigido a las personas con discapacidad, pero también a sus cuidadores, allí ellos han aprendido a escribir derechos de petición, a realizar trámites por Internet y a reunirse virtualmente.

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Y aunque por la pandemia cambió los encuentros por reuniones en las plataformas de Zoom, Teams y Meet planea abrir en 2023 de nuevo los espacios físicos que le permitían impartir el conocimiento y ejercer el cuidado. Gloria usa constantemente aplicaciones sociales como Instagram y Facebook porque en ellas puede dar a conocer lo que hace.

Ella es una convencida de que la tecnología es un puente de inclusión porque se puede acceder al conocimiento de manera ágil; acceder a oportunidades; conocer cosas que permiten llevar una vida medianamente mejor a lo que hoy se tiene. "La inclusión no es solo que te incluyan por tener una discapacidad, si no tener un espacio para que todos compartan y expresen sus opiniones sin importar si tienes o no discapacidad", argumenta Gloria.

En la pandemia la tecnología le abrió una puerta de oportunidad porque pudo seguir cuidando desde la distancia, "gracias a ella no tuve que cerrar mi fundación, si no que pude seguir adelante, creé y llevé a cabo talleres virtuales y pude estar cerca de las familias". Por eso hoy anima a otras personas cuidadoras a arriesgarse frente a las TIC, "uno no nace aprendido y teniendo la tecnología ahí, uno aprende de a poco, porque es una herramienta importante en nuestras vidas y es indispensable para todos. Yo me asusté cuando pensé en quién podía cuidarme cuando quedé en silla de ruedas, pero me atreví, y lo mismo pasa con la tecnología al principio da miedo pero cuando aprendes a usarla ya no. La tecnología llegó para quedarse y todos debemos estar conectados".