Papá el gran cuidador

Fotografía: Padre e hijo camina  juntos

Es común verlo en las mañanas o en las tardes de la mano de su hijo, caminan para llegar al parque donde pueden conectarse con la naturaleza, de la otra mano camina con su inseparable amigo, su mascota, que además cumple la función de cuidar y acompañar, se trata de Pablo Díaz Granados, un comerciante que vive en la ciudad de Bogotá y se dedica al cuidado de Juan Pablo Díaz, su hijo de 30 años quien fue diagnosticado con una discapacidad debido a una afectación, de tipo congénito, en los dos hemisferios de su cerebro, lo que le altera el aprendizaje, el habla, los movimientos y capacidad de razonamiento.


Fotografía: Pablo Díaz y su hijo juan Pablo

Pablo es un ejemplo del cuidado y como él hay otros cientos más de casos de padres dedicados al cuidado de personas que lo necesitan. Aunque las cifras demuestran una particularidad diferente, ya que un estudio sobre uso del tiempo en Colombia, denominado "Tiempo de cuidados: las cifras de la desigualdad" realizado por DANE, reveló que las mujeres participan más en el trabajo de cuidado que los hombres, la publicación evidenció que en promedio las mujeres dedican 7 horas 14 minutos al día en el cuidado y que los hombres destinan 3 horas 25 minutos a la misma labor, es decir, que las mujeres diariamente dedican el doble de tiempo en materia de cuidado.

Pero ya lo dice el viejo refrán, "para toda regla hay una excepción" pues Pablo dedica su tiempo en cuidado directo para su hijo, lo alimenta, lo apoya para bañarse, vestirse y llevarlo a algún lugar, pero también participa en cuidados indirectos: como cocinar, limpiar o hacer compras para satisfacer las necesidades de los integrantes del hogar. Y en lo referente a cuidados pasivos que es, entre otras, vigilar o estar pendiente de su hijo y apoyarlo en la recreación y entretenimiento.

Pablo es consciente que este trabajo se realiza en equipo, inculcó en su hija el apoyo de quien lo necesita y le saca provecho a la tecnología para el cuidado o el entretenimiento de su hijo, reconoce que algunos juegos y videos le han apoyado en la formación de Juan Pablo pues antes de que llegara a casa la tableta digital y la computadora, su hijo se distraía con facilidad, ahora y gracias a algunas aplicaciones y contenido en la red, la capacidad de fijar la atención se agudizó y eso se lo debe a la tecnología.

"A Juan Pablo le gusta jugar mucho con la tableta o la computadora, es común verlo reír al ver algunos videos y a veces compartimos viéndolos juntos. La tecnología también permitió que realizáramos labores que antes no hacíamos" y aunque como padre dedica tiempo a su red social favorita que es YouTube, considera que lo principal que un padre puede entregar es el afecto y el cariño "he notado que la tendencia natural es que cuando el hijo tiene algún problema, la mayoría de los padres tienden a huir, y es lo peor que puede hacerse pues eso agudiza el problema. Sin embargo, también he notado con mi hijo que entre más cariño, afecto y espacios compartimos eso le ayuda a él y a mí en el proceso de recuperación".

MinTIC, accesibilidad, inclusión

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